
Siempre estoy buscando fluir al ritmo del día, lo que pasa es que algunas veces el ritmo es un río desbordado que va a toda (mierda) y parece que nunca va a parar. Ojalá todos los días fueran serenos y tranquilos y todo marchara a la orden del día, pero la mayor parte de nuestro tiempo estamos en modo combate, listos para enfrentarnos a todas las cosas que se nos vienen encima.
Nos pareció muy buena idea mudarnos 15 días antes de irnos de viaje y teníamos dos semanas para encontrar apartamento . “Todo está bien”, me repetía constantemente mientras hacia un scroll desesperado por metrocuadrado buscando el apartamento ideal. Tuve unas 5 “tusas apartamenteras” y muchas desilusiones en las citas a ciegas. Podríamos decir que metrocuadrado es el Tinder de las personas casadas, en fin!. Después de mucho buscar encontramos ese match ideal, estábamos dichosos, en especial porque por fin me iba a sentir en paz y calma sin que nada obstruyera mi zen.
Solo se me olvidaba el pequeño detalle de que tenia que empezar a empacar, entregar el apartamento donde vivimos, organizar papeles para el nuevo apartamento, y empezar a organizar el viaje que ya no era en 4 semanas sino en 3. Agrégale a eso entrenamientos a las 6 am y mis horarios regulares dictando clase.. Entonces esa calma y tranquilidad que mi cuerpo buscaba, no estaba nada cerca.
Bueno en fin! No vine a quejarme. Puede que tenga mucho en mi plato, pero soy muy afortunada porque todas las cosas las soñé y las pedí, ahora las tengo conmigo y tengo que aprender como maniobrar la situación. Hay muchas cosas de lo que está pasando que no puedo controlar, pero hay muchas otras que si y eso es lo que les vine a hablar.
A continuación quiero compartirles 3 cosas que me han tenido en control estas ultimas semanas, que he abrazado con amor y fuerza y aunque hemos tenido momentos de flacura, hoy puedo decir triunfante que aun sigo andando con el paso fuerte.

- Medita: Así sea cerrar los ojos y contar 10 respiraciones. Ustedes no saben lo poderoso que puede ser el bajarle al ritmo a tu corazón desde tu respiración. Yo lo hago en la noche antes de acostarme, a veces son 10 minutos, otras veces son 5. Cerrar los ojos, suspirar profundo y regalarte un momento de tu día a no hacer nada más sino respirar. Es uno de los regalos mas hermosos que te puedes dar.

- Come ligero: Para movernos, para pensar y actuar ágilmente, tenemos que estar ligeros. Una bandeja paisa no va a hacer eso. Cuando te comes un pedazo de carne, vas a estar ocupado haciendo digestion por casi 30 horas, tu cuerpo no va a tener la energía de hacer nada más. Busca comer fresco, entre menos procesos tome tu comida en llegar a tu plato mejor!. Te vas a sentir tan ligero como una pluma y vas poder fluir con tu día sin ningún problema.

- Concentrate: Mucha atención a donde estas llevando tu energía. Si pasa un contratiempo, no te estanques ahi, eleva tu cabeza y mira que hay para hacer, como lo puedes solucionar. Yo hoy por ejemplo amanecí rodeada de cajas sin armar y mucho desorden. Mirar mas allá del problema y buscar la solución (para mi hoy es recoger y empacar). Tomate las cosas un día a la vez, haz un cronograma para saber que tienes que hacer y cuanto tiempo tienes disponible. Organiza tus prioridades. En momentos de caos no hay tiempo para sentarse en una esquina a llorar, tu respira profundo, y sigue adelante.
Y para terminar mi break y seguir empacando, quiero recordarles que hay que disfrutar lo que más se pueda, y si no se puede disfrutar, vívelo y deja que pase. Estamos acá para vivir al 100% entonces te invito que estés muy presente en cada cosa que haces. Yo se que hay muchos momentos que es mas fácil botar la toalla y sufrir, pero nuestra tarea es tomar el camino largo, y darle, porque a eso vinimos a este mundo.
Sigue estas 3 reglas un tu día a día y vas a ver como todo empieza a tener un poco más de sentido. Luego les contaré como me termino de ir con mi maratón.
Namaste
Deja un comentario